Milán vio ayer la moda de la primavera-verano de 2017 a través del prisma de la elegancia intemporal que presentó Bottega Veneta en su colección-aniversario, el retorno a los años 50 de Antonio Marras o la mirada nostálgica de un cierto romanticismo italiano reinterpretado por Blumarine. Para celebrar los cincuenta años de la casa del véneto que ahora está bajo control francés (Kering), su director creativo, el alemán Thomas Maier, hizo recordar sobre la pasarela milanesa el chic de Jackie Kennedy o Farah Pahlevi. En la cuarta jornada de desfiles en la capital lombarda ese toque lo llevó sobre los hombros Lauren Hutton, de 72 años. Ese icono de la belleza de los 70 y los 80 paseó un trench béis del brazo de Gigi Hadid, de rosa en un modelo utility style de líneas claras, blusa de cuello alto y pantalón con la lejana inspiración de un uniforme militar.

Blumarine también ha echado la vista atrás y colocado a su mujer en países del sur, portando tejidos livianos, como los algodones "sangallo" o el punto de licra "maglina". Las blusas dejan ver el abdomen, las faldas son largas y amplias, a veces con la cintura anudada, mientras que los tops se reducen y asemejan un sostén, y para los palazzo se ha optado por la seda y de color fucsia.