Los nominados a la 31 edición de los Premios Goya celebraron el pasado jueves en el Hotel Ritz de Madrid su cóctel previo a la gala del 4 de febrero, una cita distendida en la que hubo grandes ausencias en las principales categorías. Emma Suárez, Bárbara Lennie, Anna del Castillo, Raúl Arévalo, Luis Callejo, Carlos Santos o Paco León destacaron en una alfombra roja en la que se echó de menos a Penélope Cruz, Carmen Machi, Eduard Fernández o Antonio de la Torre, la mayoría por ausentes por motivos de trabajo.

Tampoco pudieron acudir tres de los cinco directores nominados en la categoría principal, sea por rodajes, como Alberto Rodríguez (El hombre de las mil caras) y J.A.Bayona (Un monstruo viene a verme) o porque "nunca va", como Pedro Almodóvar (Julieta), según explicó su hermano Agustín. De este modo casi todo el protagonismo recayó en un exultante Raúl Arévalo, que aún sigue "encajando" las once nominaciones de su ópera prima, Tarde para la ira. Dice que le haría ilusión el de guión y el de actor protagonista para Luis Callejo, frente a Antonio de la Torre, nominado por la misma película pero que ya lo ganó en 2007. Callejo, que también se enfrenta en esa categoría a Roberto Álamo y Eduard Fernández fue el único de los cuatro actores protagonistas nominados que no faltó a la cita. Nervioso, recordó que sólo el 8 % de la profesión tiene trabajo. "El abismo siempre está ahí al lado", advirtió el intérprete.