El actor y director Raúl Arévalo, ganador del Premio Forqué a la mejor película con su ópera prima, Tarde para la ira, se felicita de haber ganado un premio tan importante "con una película que hice con total libertad". "Lo bueno es que hemos trabajado con absoluta libertad, para bien o para mal, y que haya sido reconocida es como una guinda al pastel preciosa", señaló.

"Todavía no lo he digerido, me siento como impactado, y de momento vamos a celebrarlo", indicaba en la madrugada del sábado tras recibir el premio, para destacar la importancia de que, precisamente, sean los productores los que entreguen este galardón. Y es que "esto es como aquella vez que el Numancia jugó contra el Barcelona en la Copa del Rey, porque aquí compites con Almodóvar, Bayona o Alberto Rodríguez".

Por su parte, el actor Antonio de la Torre, protagonista de la película ganadora, bromeó con que "habría sido de puta madre ganar el de actor", para defender el "mucho talento" que hay en el cine andaluz, aunque dijo que es "pudoroso a la hora de hablar de industria, pero porque soy muy exigente y que haya industria española no lo tengo claro". El filme fue la triunfador en los considerados antesala de los Goya.