La designación de Román Polanski para presidir la ceremonia 2017 de los César del cine francés ha vuelto a despertar la polémica que persigue al cineasta desde hace 40 años, cuando fue acusado de abusar de una niña de 13 años en EEUU. La asociación feminista Osez le feminisme! criticó ayer la decisión anunciada este miércoles por la Academia del cine francés, denunció "la tolerancia social que existe todavía en Francia sobre el tema de la violación" y convocó una manifestación a las puertas de la Sala Pleyel el 24 de febrero, al inicio de la ceremonia. Esta organización expresó su sorpresa por el artista elegido y preguntó a la Academia si realmente no había nadie en el mundo -en 2016 su antecesor fue Woody Allen- con una carrera suficientemente prestigiosa y una filmografía suficientemente importante como para presidir la cita. Su denuncia siguió al lanzamiento hecho el miércoles mismo por internet de una petición para que Polanski sea destituido de su cargo honorífico.