Sortijas, pendientes, algunos relojes y gemelos por valor de 30.000 euros sustraídos durante la gala de los premios Goya. Un robo con más relevancia mediática que policial, denunciado casi dos días más tarde de que ocurriera y del que ya hay algún sospechoso. "Un trabajador del hotel", señala una fuente de la investigación, en tanto que los mandos se extrañan del revuelo que ha organizado una sustracción de escaso valor económico "como las que se dan todos los días". Extraña, eso sí, que la Academia del Cine no denunciara hasta el lunes, cuando la gran fiesta del cine español se celebró el sábado por la noche.