El actor estadounidense Richard Gere convirtió ayer el estreno de The Dinner en la Berlinale en un alegato contra el presidente de EEUU, Donald Trump, a partir de una película centrada en la locura y las escisiones fratricidas del american way of life. "Aparentemente somos enfermos mentales. Pero comparado con nuestro presidente actual lo nuestro es un dolor pasajero", ironizó Steve Coogan, compañero de reparto y hermano de Gere en el filme, incluido en la sección a concurso del festival alemán.

"Con seguridad yo no estaría en esa comida", le siguió la broma Gere, a la pregunta de un periodista sobre qué le diría al presidente de su país en caso de coincidir con él en una cena a cuatro, como la que plantea el filme.

Ya más en serio, y transportado a su labor como activista pro derechos humanos -el día anterior había abordado la situación del Tíbet en una reunión con la canciller Angela Merkel-, Gere se permitió un alegato "anti-Trump", al que imputó "haber elevado el mensaje de odio" en su país a "lo más alto".

"Trump vincula el término refugiado y terrorista. Y eso hace que ahora muchos estadounidenses crean que es lo mismo", sostuvo el actor ante la Berlinale.