Valentina Tereshkova, la primera mujer que voló al espacio, cumplió ayer 80 años, rodeada del reconocimiento y admiración de sus compatriotas por la proeza que refrendó la delantera que en su momento llevaba la Unión Soviética a Estados Unidos en la carrera espacial. "Ese vuelo entró en la historia, fue una auténtica hazaña y un paso importante para el desarrollo de la cosmonáutica nacional, y hasta el día de hoy es un ejemplo de valor, sacrificio y amor por la patria", afirmó el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, en su mensaje de felicitación a la primera cosmonauta.

El 16 de junio de 1963, con apenas 26 años, Tereshkova despegó del cosmódromo de Baikonur a bordo de la nave Vostok-6 rumbo al viaje que inscribió con letras de oro su nombre en la historia de la conquista del espacio.

En 70 horas y 50 minutos la Vostok-6 completó 48 vueltas al planeta y Tereshkova regresó a la Tierra convertida en una leyenda.

Como se supo más tarde, fueron para ella casi tres días infernales por los vómitos que le causó el mareo durante la navegación espacial.

El viaje espacial pudo haber terminado en una tragedia, como reveló años después la propia Tereshkova. "Me percaté de que no podría regresar a la Tierra: la nave estaba orientada para seguir subiendo, no para descender. Informé de ello a la Tierra, desde donde me dieron nuevas coordenadas y las incorporé al sistema de navegación", desveló.

Después de Tereshkova, decenas de mujeres de otras nacionalidades han viajado al cosmos.