El Rey Don Juan Carlos fue pinchado, y del pinchazo, se desprende que la mallorquina Marta Gayá, fue su favorita: "Nunca he sido tan feliz", le revela a un amigo en otoño de 1990. El digital Ok Diario publicó ayer un secreto a voces, no solo en la tierra de donde es la empresaria que cautivó al por aquel entonces monarca, sino al mundo. La revista Tribuna, que dirigía Julián Lago, ya puso al descubierto la relación.

Don Juan Carlos bebía los vientos por una mujer separada, que vivía entre Palma y Madrid, y que compartió las regias aficiones a la vela y el esquí. Ahora, Ok Diario evidencia algo más que aquella relación extramatrimonial del monarca. Muestra la deslealtad del CESID, que le espió y grabó. Los agentes podrían haber interrumpido la escucha pero continuaron adelante, y así pudieron oír sustanciosos párrafos como cuando Juan Carlos le cuenta que al ser reprobado por un amigo de la familia, le dice: "Le tuve que mandar callar. Le dije que yo no me metía en su vida privada. (...) Comprendo que soy un hombre público pero sé muy bien lo que hay que hacer".

La felicidad real era, sin embargo, la zozobra en los servicios de inteligencia del país. El choque entre el general Emilio Alonso Manglano y el jefe de la Casa Real Sabino Fernández Campo. Según el digital Ok hubo "pique entre dos machos alfa", que se disputaban quién era el protector del Rey. Este duelo de generales ha mostrado que ni el monarca se salvó de ser interceptado por los servicios secretos que debían protegerle.