El cine de terror hizo su aparición ayer en la sección oficial del vigésimo Festival de Cine en Español de Málaga con la presentación, fuera de concurso, de Maniac Tales, una película colectiva de cinco directores con una historia troncal y otras cuatro historias independientes.

Juan (Enrique Arce) es un inmigrante ilegal en EEUU que vive en las calles, aunque consigue un trabajo como conserje de un edificio neoyorquino en el que uno de sus vecinos, una famosa guionista, ha desaparecido junto con el último capítulo de la exitosa serie de terror, Maniac Tales.

Kike Mesa, productor del proyecto y director de una de las historias, la calificó como "una película de género que pretende entretener", y que decidió rodar en inglés "para correr menos riesgos, porque al ser de género en España su recorrido no está asegurado". "Tuve la suerte de ser amigo de Jesús Franco y una de las cosas que aprendí de él era que es mejor rodar en inglés una película de género para que tuviera un camino internacional", añadió Mesa.

Para el director y productor, el riesgo con una película de género como ésta es que, "si en los primeros diez minutos no se atrapa al espectador, se le ha perdido para siempre". Concibe el filme como "un menú degustación", porque a cada espectador le gustará más alguna de las historias, y decidió que Rodrigo Sancho dirigiera la historia troncal porque "necesitaba un costurero, metódico y estructurado, que tuviera todo muy claro y pudiera coser bien toda la estructura narrativa".

Rodrigo Sancho afrontó este trabajo centrando su esfuerzo en "unificar las historias y darles un sentido", para mostrar un guión que "se escribe a sí mismo".

El actor protagonista, Enrique Arce, recibió un día la curiosa propuesta de "rodar una película en Málaga, pero ambientada en Nueva York, con más de treinta actores y en inglés". "Fui contagiado por el entusiasmo de Kike Mesa y no negocié ni la pasta. Comiendo unos espetos de sardinas en Málaga acepté", señaló.