La maquilladora francesa Sylvie Imbert, ganadora de dos premios Goya por Blancanieves y Nadie quiere la noche, confesó ayer que "adora" a los actores, a los que considera "muy valientes, porque respetan lo que les hagas cuando sabes por dónde vas a tirar". "Si alguien me dice que no le gusta lo que he hecho se cambia. Solo soy una maquilladora, no hago lo que se me antoja, sino lo que estudio con el director y con el actor para que su personaje sea así", aseguró Imbert, que ayer recibió el Premio Ricardo Franco que el Festival de Málaga y la Academia de Cine entregan cada año a los profesionales más destacados de los oficios técnicos del cine.

Resaltó que, cuando empezó, no tenía ningún familiar en el cine español, por lo que se ha "hecho un hueco solita", y revela que siempre quiso estudiar cine, pero sus padres no le dejaban ir a París porque era "muy joven".

"Entré en el cine por llevar la contraria", confesó Imbert, quien añadió que, pese a que había estado varias veces nominada al Goya, cuando ganó el primero con Blancanieves fue "una alegría enorme".