"Gran actriz, empresaria e impulsora del teatro español". Así reza la placa que desde ayer luce la fachada del madrileño teatro María Guerrero, el nombre de esta mujer que, con motivo del 150 aniversario de su nacimiento, vuelve a ser reconocida y reivindicada por el mundo de la cultura. "Le debemos reconocimiento por todo lo que hizo y por la semilla que dejó, una semilla a la que contribuyen muchas personas para seguir haciéndonos disfrutar de la vida, de esas obras de teatro que vemos en los escenarios", señaló el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, durante el descubrimiento de la placa en este teatro que fue también su casa.

Un escenario que fue construido en 1885 con el nombre de Teatro de la Princesa y donde Guerrero (Madrid, 1867-1928) debutó cuando tenía 18 años con la obra Sin familia, de Miguel Echagaray. Pero también un teatro que, junto con su esposo Fernando Díaz de Mendoza, compró en el año 1908, dando comienzo así a una etapa en la que por estas tablas pasaron los más reconocidos dramaturgos nacionales e internacionales.

En este sentido, el director del Centro Dramático Nacional , Ernesto Caballero, recordó cómo la madrileña "tomó el relevo de una vigorosa estirpe" de mujeres de teatro que se "erigieron en empresarias y catalizadoras de la vida teatral", y "aglutinaron" a su alrededor a los creadores más relevantes y renovadores de su momento. De la mano de ella vieron estrenadas sus obras autores como Galdós o Pardo Bazán.