Pese a no ser de su autoría, la canción Respect se convirtió en un himno del feminismo en la voz de Aretha Franklin, que con ella catapultó definitivamente su carrera para convertirse en la reina del soul. Respect había sido escrita y grabada ya por Otis Redding, pero la versión de Franklin -que cumple 50 años- tuvo más éxito.