Brad Pitt, en su primera entrevista tras separarse de Angelina Jolie, reconoce que tras la ruptura decidió dejar de beber, un hábito que llegó a ser "un problema" dentro del matrimonio y que le obligó a acudir a terapia. "Bebía mucho. Se convirtió en un problema. Estoy realmente feliz de que haya pasado medio año (sin beber)", indicó el actor.