Parco en palabras aunque amable, Clint Eastwood habló ayer en Cannes de su larga carrera como actor y director, de la pobreza de su infancia, de los 75 dólares por semana que cobraba en su primer contrato con Universal o de la primera película que aceptó rodar con Sergio Leone solo por conocer España. Cuatro Óscar -dos a la mejor película y dos al mejor director- en una profesión que empezó en la interpretación "por conocer a chicas", reconoció el intérprete, y que le atrapó tanto como para ponerse detrás de la cámara y realizar 34 largometrajes. Cuando al actor y director estadounidense le piden reflexionar sobre todo lo que ha conseguido, se muestra lacónico: "pienso que quizás no debería pensar", para después añadir que "necesitas tener suerte y la he tenido varias veces en mi vida". Pero, sobre todo, "no hay que tener miedo si las cosas no funcionan y hay que seguir adelante. En mi caso algunas no salieron bien y seguí adelante", resaltó.