David Lynch y Kyle MacLachlan protagonizaron ayer la alfombra roja del Festival de Cannes y el director estadounidense recibió una cerrada ovación con el público en pie dentro del Teatro Lumière, donde se proyectaron los dos primeros capítulos de la continuación de la mítica Twin Peaks.

Cuatro días después de ser emitida en las televisiones de medio mundo, Cannes se vistió de gala para acoger un evento poco habitual en el festival y que obligó a retrasar la proyección de la película en competición de la jornada, Good time, de los hermanos Safdie, con Robert Pattison. El público y los fotógrafos esperaban espectantes la llegada a la alfombra roja de Lynch y MacLachlan. Lynch, vestido de traje y corbata negra, pisó la alfombra, mientras apuraba un cigarrillo al bajar del coche, acompañado de su esposa Emily Stofle, con un vestido en tonos grises.