El actor norteamericano Peter Dinklage, que interpreta a Tyron Lannister en la popular serie Juego de Tronos, afirmó ayer en Barcelona que le "avergüenza mucho" la persona que está liderando su país, el presidente Donald Trump, del que no ha pronunciado ni su nombre. Tras desvelarse el secreto que contiene el cortometraje La vida nuestra, dirigido por Raúl Arévalo y en el que Dinklage participa junto a los españoles Álvaro Cervantes, Íngrid García-Jonsson y Marcel Borràs, el intérprete fue respondiendo con su voz grave a las diferentes preguntas que se le formularon a lo largo de un acto al que asistieron unas 300 personas.

Una de las cuestiones, que tenía que ver con el referéndum de Cataluña, le sirvió para poder indicar que se avergüenza del actual presidente norteamericano y que es "un placer" poder salir de allí de vez en cuando, a la vez que ironizó con que "es posible" que el resto del mundo les acabe "eliminando del mapa". Sin embargo, también dejó claro que no habla de política de países con los que no está familiarizado y que no quiere "crear malentendidos". Lo que sí quiso antes de dar por finalizadas sus referencias a cuestiones políticas, es pronunciar un lacónico pero expresivo: "En nombre de mi país, lo siento".

En su alocución, se mostró encantado de haber podido volver a España, de la que ahora conoce "recónditos rincones", para rodar una cinta en la que se narra una historia de amor y amistad en la que él ejerce de personaje de ficción que se aparece en sueños a uno de los protagonistas, al que da vida Álvaro Cervantes, para aconsejarle sobre su vida.

En La vida nuestra, que Raúl Arévalo rodó "con total libertad", según destacó, se narra la historia de un joven que reside en Amsterdam y que un buen día decide volver a su pueblo, donde tenía una barca y una antigua novia (Íngrid García-Jonsson), que ahora se encuentra junto a su mejor amigo (Marcel Borràs).

El personaje de Cervantes, muy aficionado a las series, está enganchado a una en la que aparece Peter Dinklage, quien se le acabará apareciendo en sueños y ayudándole a superar el bajón vital en el que se encuentra a consecuencia de estas relaciones amorosas.

La película, de 15 minutos, se rodó en Ámsterdam, Sitges, Lloret de Mar y Tarragona.

Todos los actores y su director coincidieron en destacar el buen ambiente vivido durante los nueve días de "intenso rodaje", respetando "la filosofía mediterráneamente de años anteriores".

Dinklage, que no habló de la nueva temporada de Juego de Tronos, dejó claro que fue "muy bonito" participar en una "película pequeña" pero de "talento" y sólo tuvo buenas palabras para la "comunidad del cine español", que calificó de "muy apasionada". El actor relató que en su país a quien más se conoce es a Pedro Almodóvar, que le encanta, y del que deseó que "trabaje más con actores americanos".

Por otra parte, no escondió que como actor de Juego de Tronos ha podido conocer muchos sitios de España, no como un turista, y que le encanta la comida y la bebida de este país. "La suerte que se tiene como actor es que uno no va al Louvre o al Empire State, sino que ve los secretos mejor guardados".