Salma Hayek fue la primera mexicana en conseguir una nominación al Óscar como mejor actriz. Fue en 2003 por Frida, y desde entonces solo dos latinas como Catalina Sandino Moreno y Penélope Cruz repitieron esa proeza, algo que "enfurece" a la mexicana, según reconoció en una entrevista. "Nunca dicen nada de eso y me enfurece", reveló Hayek al ser preguntada por la habitual ausencia de latinos en las categorías de interpretación dentro de los Óscar, al margen del ruido provocado por la falta de afroamericanos en las ediciones de 2015 y 2016.

"Cuando me nominaron, el año anterior ganaron Halle Berry y Denzel Washington. Todos hablaban de los afroamericanos en los Óscar. Y en mi año, estábamos Pedro Almodóvar, Gael García Bernal, Alfonso Cuarón...Yo era la primera hispana nominada en la historia como mejor actriz -la primera latinoamericana fue la brasileña Fernanda Montenegro-, pero aquí nadie dijo nada. Jamás se mencionó", declaró. "Ahora, aunque no lo quieran mencionar, entre Cuarón y Alejandro (González Iñárritu) han acaparado el premio. Ya estamos presentes. Hay una evolución, pero no tiene tanta repercusión. No existe ese reconocimiento", sostiene.