El divorcio entre Angelina Jolie y Brad Pitt se encuentra "suspendido" porque muchas cosas "han cambiado" desde que en septiembre pasado anunciaron su separación tras una década juntos, según medios estadounidenses que citan fuentes cercanas a la expareja. "Es cierto que el divorcio no está avanzando ahora mismo. Están tomándose un respiro y viendo lo que sucede", aseguró una fuente cercana a los actores al medio especializado Entertainment News, que fue el primero en informar de la suspensión de los trámites legales.

En mayo pasado, Pitt aseguró que tras la separación decidió dejar de beber, un hábito que según reconoció, se había convertido en "un problema" dentro del matrimonio. Gran parte de la culpa de la ruptura se atribuyó a esa situación y el actor admitió que había llegado a convertirse en un "profesional" del alcohol. Por su parte, la actriz se mudó con los hijos que tienen ambos a una mansión de 25 millones de dólares en Los Ángeles.

Ahora los medios estadounidenses atribuyen a los seis meses que Pitt asegura que lleva sin beber y a sus terapias de "mejora personal" los motivos de una mejora en la relación de la pareja. "Ambos han dado prioridad a los niños pero nada significativo ha cambiado en su relación", agregaron las fuentes cercanas a la pareja. Otros medios, como la revista US Weekly aseguran que Angelina sigue enamorada de Brad y que, después de que el actor admitiera sus problemas con la bebida ella quiere retomar la relación.