Brad Pitt fue condenado en París a pagar 565.000 euros a la artista francesa Odile Soudant a causa de un impago que provocó la quiebra de su empresa, una decisión judicial del 19 de abril revelada ayer por el diario Libération.

En 2008, el estadounidense adquirió la mansión de Miraval, en la Provenza (sureste de Francia), junto a su todavía esposa, Angeline Jolie, con la que está en proceso de separación. El matrimonio, según relató Libération, desembolsó 45 millones de euros a través de "una opaca sociedad instrumental luxemburguesa" encargada de la gestión de la propiedad.

Gran aficionado a la arquitectura, Pitt comenzó a remodelar la mansión poco después de su compra, y en 2010 entró en contacto con la artista Odile Soudant, conocida por haber trabajado junto al célebre arquitecto Jean Nouvel, para que iluminase cuatro de los edificios.

Los trabajos de reforma se desarrollaron sin problemas durante tres años hasta que el actor se interesó por la elevada factura y por los múltiples retrasos. La compañía luxemburguesa de la pareja de estrellas de Hollywood culpó completamente a Soudant, según el diario.