Ai Weiwei lleva años centrado en el problema de la inmigración y ayer presentó en la competición de la Mostra de Venecia el documental Human Flow, con el que quiere demostrar que "la solución existe" pero que no debe buscarse en términos geopolíticos sino con la implicación de todos.

"Todo debe empezar por nosotros", afirmó el artista chino, que hizo hincapié en que es "una tragedia humana que todos podemos ver" y cuya respuesta conocemos, por lo que si fracasamos, es responsabilidad de toda la Humanidad. "Si hablamos solo de geopolítica, de legislación local, de políticas locales o de problemas técnicos, perdemos la perspectiva (...). Debemos comprender que la solución no solo afecta a los refugiados sino a todos nosotros. Si afrontamos las cosas así, podemos hacerle frente", señaló. Para Ai el arte puede y debe ser una plataforma de denuncia de los problemas de la sociedad. A ello ha dedicado su vida, lo que le ha provocado graves problemas con el Gobierno chino por sus críticas, lo que incluso le llevó a la cárcel durante 80 días en 2011, detención que las autoridades justificaron por problemas fiscales. En ese contexto se inscribe Human Flow, una película con la que compite por el León de Oro de Venecia y que "te hace pensar si formas parte de ese mundo".