La cantante Selena Quintanilla, asesinada en 1995, recibió ayer a título póstumo su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, un acto que para su hermana, Suzette, escenifica que "la reina de la música texana" dejó un legado "que permanecerá siempre". "Selena nos representaba a todos los méxico-estadounidenses", dijo.