Plácido Domingo celebró ayer con un recital especial rodeado de amigos músicos los 50 años de su debut en Los Ángeles (EEUU), una ciudad en la que el tenor español ha desarrollado de manera incansable una gran labor para promocionar y cultivar la ópera. "Ciertamente es una noche muy especial para mí", dijo emocionado Plácido Domingo sobre el escenario de un Dorothy Chandler Pavilion de Los Ángeles lleno hasta la bandera.

Domingo, que es director general de la Ópera de Los Ángeles desde 2003, dijo que cuando debutó como tenor en esta ciudad en 1967 no podía imaginar que se convertiría, con el paso de las décadas, en un lugar tan importante para su vida y su familia.

"La cultura y las artes, principalmente para nosotros que amamos la música y la ópera, son muy necesarias", aseguró Domingo.

"Maestro, hermano, un ángel en esta ciudad de Los Ángeles", apuntó en español el alcalde de la ciudad californiana, Eric Garcetti, como tributo a Domingo.

"Hay dos tipos de personas en Los Ángeles. Los suficientemente afortunados, como yo, que nacieron aquí y los suficientemente listos como para venir aquí", bromeó el regidor de la ciudad estadounidense.