El príncipe Enrique y su prometida, la actriz estadounidense Meghan Markle, acudieron ayer en la ciudad inglesa de Nottingham (centro del país) a su primer acto oficial juntos tras el anuncio de su compromiso. El nieto de Isabel II y su novia fueron recibidos por cientos de ciudadanos a su llegada al Museo de Justicia Nacional en el área de Lace Market, en la citada ciudad. Algunos de los congregados vitorearon al príncipe, de 33 años, y a su prometida, de 36, coreando sus nombres, al tiempo que ondearon banderas de la Union Jack (británica). Los novios visitaron el Nottingham Contemporary con motivo de la celebración de una feria con fines benéficos coincidiendo con el Día Mundial del Sida.

Enrique de Inglaterra, hijo pequeño del príncipe de Gales y la malograda Lady Di, y Meghan, que lució un abrigo largo de corte militar en tono azul marino, también se desplazaron a la escuela Nottingham Academy, donde se entrevistaron con profesores. La pareja, que confirmó el lunes su compromiso oficial, se mostró en todo momento relajada y sonriente y posó para que les tomaran fotografías. El príncipe y su prometida tienen previsto casarse en la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor (al oeste de Londres), el próximo mayo, según anunció esta semana el palacio de Kensington en un comunicado.

La familia real británica se hará cargo de los gastos del enlace, entre ellos los relativos al servicio religioso, la música, la decoración floral y la recepción.

El príncipe y Markle, una actriz residente en Canadá, que estuvo previamente casada con un productor de cine del que se divorció en 2013, a los dos años de matrimonio, llevan poco más de un año de relación, después de que les presentara en una "cita a ciegas" una amiga en común, cuya identidad no ha trascendido.

Tras su boda, la intérprete llevará el título de Su Alteza Real y se espera que la reina Isabel II le conceda a su nieto algún título nobiliario, que compartirá con su futura esposa.