La exmodelo británica Christine Keeler, figura clave del bautizado como caso Profumo, que causó una crisis en el Gobierno conservador de Harold Macmillan en la década de los 60 en el Reino Unido, ha muerto a los 75 años.

Keeler, que padecía una enfermedad pulmonar, falleció el pasado lunes en el hospital universitario Princess Royal de Farnborough, en el sureste de Inglaterra. Su hijo, Seymour Platt, de 46 años y que reside en Irlanda, declaró que "hubo mucho bien en la trágica vida" de su madre, a la que los acontecimientos de los años 60 hicieron "mucho daño".

Con solo 19 años, Christine Keeler, que en aquella época trabajaba en cabarets del Soho londinense, se vio involucrada en uno de los escándalos políticos más sonados de la historia reciente del Reino Unido.

La joven fue una de las mujeres captadas por el osteópata Stephen Ward, que montaba fiestas sexuales para la aristocracia británica, y mantuvo una relación con el entonces ministro de la Guerra conservador, John Profumo. El 5 de junio de 1963, en plena Guerra Fría, Profumo se vio obligado a dimitir al revelarse que había compartido a Keeler con Yevgeny Eugene Ivanov, un destacado agregado naval de la Embajada soviética en Londres, y que había mentido sobre el asunto al Parlamento.

Abochornado y desprestigiado, John Profumo (1915-2006) dejó el gobierno de MacMillan, entre acusaciones de que había puesto en riesgo la seguridad nacional con esta actitud.

Las connotaciones políticas del suceso terminaron con la carrera política del diputado tory, que acabó trabajando en un centro de ayuda a personas sin hogar del este de Londres, lo que le valió en 1975 la condecoración de Comandante del Imperio Británico (CBE, siglas en inglés).

La que en su momento trabajó como modelo falleció a principios de esta semana a los 75 años debido a unas complicaciones del sistema respiratorio, según informaron fuentes cercanas a Keeler hace unos días.