Tras el lanzamiento en 2017 de su esperado segundo disco de estudio, The thrill of it all, Sam Smith volverá a brillar el próximo año cuando inicie su gira como uno de los grandes nombres de la escena musical mundial, convertido en egregio embajador del lamento sentimental.

"Soy una persona vulnerable y me parece que eso es algo que el mundo necesita ahora mismo. De hecho, estoy harto de los hombres que no sueltan una lágrima y que rehúsan mostrar sus emociones", declaró en una charla telefónica con Efe.

Sus palabras vienen refrendadas por los cuatro premios Grammy que cosechó como mejor nuevo artista, por la mejor grabación y mejor canción del año para Stay with me y por el mejor álbum de pop vocal para su debut, In the lonely hour (2014).

Su nuevo trabajo llama la atención porque, frente a su predecesor, no hay aquí espacio para su faceta más traviesa y transforma los 14 cortes de su edición especial en un canto a la vulnerabilidad que incluye su reivindicación como símbolo de la comunidad homosexual. "Siento esa responsabilidad porque la tengo. Cualquier miembro de la comunidad LGTB debe mostrarse orgulloso de ello para servir de inspiración a otros chavales", afirmó.