Hollywood sigue profundizando en su revolución feminista. Tras la noche en negro de los Globos de Oro, el color retornó a la alfombra roja para la entrega de los Critics' Choice Awards, los premios que entrega la Asociación de Críticos de Retransmisiones Cinematográficas. Una nueva antesala de los Óscar que se preveía más templada que la de los premios de la crítica extranjera, pero que resultó, pese a la mayor variedad cromática de los atuendos, igual de combativa. En gran medida, por la intervención de una heroína de carne y hueso que, en pantalla, encarna a un icono feminista: Gal Gadot.

La intérprete israelí, radiante, recibió el premio #SeeHer, un galardón creado en 2016 para reconocer el trabajo de aquellas mujeres que han roto barreras dentro de la industria cinematográfica, y que en este caso premia su triunfo como protagonista de Wonder Woman, filme dirigido por otra mujer, Patty Jenkins, y galardonado a su vez como mejor película de acción. En su discurso, Gadot dedicó el premio a los "hombres y mujeres que se levantan por aquellos que no se pueden levantar o hablar por sí mismos", prometió que "mi promesa y mi compromiso con todos vosotros es que nunca me silenciarán".

El premiado ausente

La otra imagen de la gala cinematográfica la protagonizó Walton Goggins, que subió al escenario para recoger, en nombre de James Franco, el premio al mejor actor de comedia. Franco, acusado de acoso sexual y comportamiento inapropiado en los últimos días, no acudió a la gala.

En lo relativo al palmarés de los galardones, los premios de la crítica confirmaron las sensaciones que dejaron los Globos de Oro: que la película La forma del agua, del mexicano Guillermo del Toro, y el filme Tres anuncios en las afueras, de Martin McDonagh, son los principales contendientes por hacerse con los premios Óscar (en este caso se impuso con claridad el filme del mexicano, con cuatro premios) y que Gary Oldman tiene muy cerca el Óscar al mejor actor por su encarnación de Winston Churchill en El instante más oscuro.