El pasado domingo se celebró uno de los acontecimientos más esperados en EEUU, la Super Bowl.

Minutos antes de que comenzase el partido, la actriz Jennifer Lawrence volaba de Nueva Orleans a Los Ángeles en un avión comercial de los Philadelphia Eagles, uno de los dos equipos que jugaba y del que es muy fan.

Para animar a los jugadores, Jennifer no pudo resistir la tentación de acercarse hasta la cabina del piloto y lanzar un mensaje a todo el pasaje desde el telefonillo de las azafatas.

“No soy el piloto, soy Jennifer Lawrence, hoy es 4 de febrero, domingo de Super Bowl, y quiero animar a mi equipo gritando ‘fly eagles fly’”, pidió a todos los presentes, antes de que una azafata le pidiese que se sentará de nuevo en su asiento.