La actriz sevillana María León protagoniza junto al coruñés Javier Rey la película Sin fin, un cuento romántico que juega con la ciencia ficción y los viajes en el tiempo firmada por los hermanos José Esteban y César Alenda. El filme, rodado en parte en Málaga, se presentó en la competición del Festival de cine de esta localidad andaluza, donde el coruñés Javier Rey se alzó con el premio a mejor actor por su papel en esta película.

- Seguro que quería ganar un premio en Málaga para hacer una fiesta de Biznagas con su madre y su hermano.

-Yo el premio ya lo tengo por haber estado allí presentando esta película. Y con poder trabajar con Javier Rey y los hermanos Alenda. Estar en el Festival de Málaga con la película fue un regalazo. Así que eso ya lo voy a celebrar con la Carmina y mi hermano.

- ¿Cómo afrontó este personaje que emocionalmente son dos?

-Es un personaje con una carga emocional bastante importante. En el proceso de su vida, de los 20 años a los 40, vemos cómo esa mochila sigue cargándose. Es un personaje al que vemos en varios momentos y cómo siendo la misma puede autodestruirse o no, dependiendo de la decisión que tome.

- ¿Fue eso lo que le atrajo a la hora de aceptar el papel?

-A mí me atrajo muchísimo el guión. Creo que había una historia con muchísima complejidad y muchísima modernidad. El guión era difícil al leerlo. Y difícil de entenderlo desde la escritura. Pero confío mucho en el talento de los hermanos Alenda. Me pareció arriesgado y valiente. Como actriz me gusta apoyar este tipo de proyectos arriesgado en los que se intentan contar historias con mucha potencia y verdad saliéndose de lo que estamos acostumbrados en este país.

- ¿Cree que el cine español está abandonando los caminos trillados?

-Hay una nueva generación que está abierta a contar historias desde muchos sitios y a agrandar esta industria. Y esta película me parece valiente.

- También lo es usted, ya que parece no tener reparos a la hora de salirse de su zona de confort.

-Como actriz, me gusta estar donde hay dificultad y aprendizaje. Y es necesario. Sobre todo para nosotros como actores, ya que nos obliga a renovarnos y ponernos a prueba con trabajos tan complicados como este.

- ¿No tiene la sensación de que el nuevo cine español está ganándose el cariño del público?

-Sí que hay más conciencia del cine. Y hay más movimiento. Y es lo que tiene: cuando mueves la cultura, la gente se entera. Y cuando la gente se entera le interesa. Porque la cultura es alimentación y es riqueza. El problema es que no se cuente y que no se le ofrezca esa herramienta a la gente. Pero el público está sediento de conocer historias y de soñar. Para eso es el cine. Para transmitir cultura y para que la gente sueñe.

- También es cultura la televisión. El reciente regreso de Allí abajo ha sido todo un éxito con dos millones y medio de espectadores. ¿Se siente afortunada?

-Es una alegría enorme. Es muy difícil poder estar en televisión haciendo un trabajo diario. Para mí la televisión es un medio estupendo para el actor. Y puede hacerte muy mal actor o muy bueno. Pero si consigue actuar diariamente y mantenerte fresca es un buen ejercicio para los actores.

- ¿Cree que las plataformas como Netflix amenazan a las salas de cine?

-Las plataformas son necesarias. Nadie se puede sentir amenazado cuando hablamos de mover cultura. Nos tenemos que reinventar. Y también las salas tienen que hacerlo y dar otras opciones. Porque el mundo está cambiando y el mundo cambia con nosotros. Las plataformas son estupendas porque se hacen más cosas y cuentan más cosas. Mueven más cultura y hay más trabajo. Y ofrecen oportunidades para que la gente pueda soñar. Por eso creo que todo el movimiento es bueno. Eso sí, tenemos que adaptarnos a todo lo que viene. Que además es nuestra obligación.

- ¿Alguna vez ha falsificado su currículum?

-Como actriz, no. Quizá de adolescente, pero no lo recuerdo.

- Se lo pregunto porque está de moda que los políticos engorden los suyos con algún máster que otro...

-Ay, ay..., no había caído. Pues fíjate, yo creo que a la larga todo se ve. Y que si yo hubiera falsificado mi currículum como actriz, a la larga se hubiera visto el pescado podrido. Y el pescado podrido siempre canta. Más tarde o más temprano. Y eso no le sienta bien a nadie.