Mario Vargas Llosa ha sido el invitado de una nueva edición de los Desayunos de Vanity Fair que se ha celebrado en el Hotel Orfila de Madrid y en que el premio Nobel se ha atrevido opinando sobre temas de actualidad y se ha retractado sobre las polémicas declaraciones que hizo sobre la prensa del corazón.

Mario ha comenzado hablando de su nueva novela 'Cinco Esquinas', en la que habla del acoso y la manipulación de la prensa en Perú durante los años noventa, diferenciándolo del acoso que ha recibido estos últimos meses: "El acoso que he vivido este último tiempo es más bien un acoso simpático".

Ha asegurado que él no ha elegido ser una persona pública: "No porque tenga nada contra la prensa social, sino porque me quita mucho tiempo", pero es consciente que está al lado de unas de las personas con más tirón mediático de nuestro país "Despierto curiosidad en cierta prensa desde hace algún tiempo por la mujer de la que estoy enamorado".

Pero el amor de Mario por Isabel Preysler es más fuerte que la presión mediática y por ella aguanta a la prensa del corazón, de la que Isabel es reina, y lo que haga falta: "Si ese es el precio que debo pagar por estar con la mujer de la que estoy enamorado, lo pago. Con resignación, no con entusiasmo".

Mario ha decidido retratarse o puntualizar las declaraciones que hizo asegurando que él no es un personaje de las revistas del corazón y que no si de él dependiera no saldría en ellas, ahora da un giro a sus palabras y parece que no tiene nada en contra de estas revistas y que aunque sea con resignación, está encantando de ser portada.¿Le habrán llamado la atención en casa?