No hace falta pegar a un perro para maltratarlo. Tenerlo encerrado sin salir también lo es. Hasta tal punto llega el encierro que algunos se acaban tirando al vacío. Es lo que señaló la fiscalía de medio ambiente de Madrid, que solicitó a la Policía Municipal que investigara lo que denominó "suicidios caninos". Las mascotas, eso sí, no se suicidan. Pero sí hacen cualquier cosa para huir de su cautiverio, incluido tirarse al vacío.