Más efectivos que las cremas y las mascarillas para esquivar los estragos del paso del tiempo en el rostro son los ejercicios de gimnasia facial que ha recopilado la japonesa Fumiko Inudo para fortalecer y relajar la cara y que presentó en Valencia María Garrigues-Walker, pionera en España en este adiestramiento facial que a base de gestos y giros de ojos consigue movilizar los 57 músculos del rostro.

La ley es muy sencilla: "Músculo que se trabaja, músculo que se tonifica". Una gran verdad. "La gimnasia facial da una serenidad tremenda porque solo piensas en lo que estás haciendo y no hay nada mejor para la mente que estar donde estás". Con esta introducción se dirigió María a un grupo de mujeres de mediana edad dispuestas a aprender lo que hiciera falta con tal de burlar la presencia de Chronos.

Los ejercicios son muy sencillos. Por ejemplo comenzar a mirar hacia arriba lo más lentamente posible y hacia abajo con la misma parsimonia sin desplazar la cabeza. A continuación, hay que mirar a derecha, centro , izquierda y viceversa. El único secreto es aflojar el cuerpo para que no haya tensión.

Para mantener la tersura de los pómulos, la experta aconseja sonreír hacia un lado con la boca cerrada€como una mueca€ y luego guiñar el ojo de ese lateral lo que moviliza el cigomático menor. Esta práctica es muy eficaz para eliminar las arrugas de expresión que caen en triángulo hasta la boca.

Para que la piel del cuello no se descuelgue, María aconsejó elevar la barbilla hacia el techo mientras se apoya el labio inferior sobre el superior €como si se mordiera€ con los ojos cerrados. La mano se coloca en el cuello para sentir la tensión. Y para los labios: apretarlos muy fuerte, una contra otro, y estirar exageradamente las comisuras hacia los lados...

Detrás de toda esta puesta en escena, lo que se ofrecía era un un programa ("Face Training") en una consola de Nintendo, que actúa como un entrenador personal, en el que la gimnasta interactúa con su rostro en una pantalla.