"Hoy he debutado como espectador de fútbol. Con eso que el juego, el partido y el espectáculo me han entusiasmado. El Futbol Club Barcelona ha jugado contra el Nüremberg, campeón de Alemania. Me ha sorprendido la aglomeración de público: 40.000 personas. Dicen que el Barcelona ha jugado como nunca. La victoria les ha sonreído y han marcado cuatro goles contra dos del Nüremberg. Los jugadores, de los que tanto había leído y releído, eran allí de carne y hueso, ágiles y fuertes, dominando siempre el campo contrario y marcando goles de una manera neta, indudable, irresistible?".

El diseñador y dibujante Joaquim Renart anotó estas impresiones en su diario personal. Era el 7 de enero de 1923. Noventa años después, sigue habiendo algo irresistible en el juego del Barça. Sus jugadores han goleado al Milan - tres a uno - y se han metido en octavos de final de la Champions el 6 de noviembre, doce horas antes de esta sesión fotográ?ca en que la firma de moda Replay ha convocado a cinco de sus estrellas en una nave industrial. La marca italiana patrocina las prendas de vestir del Barça para cuatro años, y hay que hacer la foto o?cial.

Neymar sólo ha dormido cuatro horas. "Cuando juego me cuesta mucho dormirme", con?esa al periodista de La Vanguardia Dagoberto Escorcia. No marcó, pero dribló a cuatro jugadores del Milan en una jugada sensacional. Se desviste, se pone el uniforme de Replay y no deja que nadie le toque el cabello: frente al espejo, engominado, Neymar se moldea él mismo cada pelo. Se presenta ante el fotógrafo con todos los botones de la camisa abrochados, el del cuello incluido: se lo acabarán desabrochando. Cuando mira a la cámara, ?jamente, pierde la niñez.

Es la primera vez que una marca de vaqueros llega al mundo del fútbol, la primera vez que una línea tan casual viste a un equipo de tan alta categoría, y el resultado es un Barça cool .

El fotógrafo, Thierry Le Gouès, comenta que Andrés Iniesta es el que posa con más naturalidad. El más inexperto. Como sacado del mundo real. Y Gerard Piqué es el que tiene más tablas, la pose más profesional. "¿Mirando a la cámara?", pregunta Piqué, de entrada, al fotógrafo. Hay mucho brillo y mucho hielo en la nueva piel del Barça: los pantalones - de la colección Denim Zero - están tratados y desgastados con cristales de hielo a alta presión, un tratamiento que reduce el consumo de agua en un 90%.

Cesc Fàbregas llega a la sesión en chancletas y con su móvil hace una foto de Piqué posando. Cesc tiene un per?l de griego clásico: sólo le falta el casco corintio. Dani Alves es el que más sonríe. Como Neymar, Alves sale del vestidor con el botón del cuello abrochado - también acabará desabrochado - y es un cachondo: cuando la estilista le coloca bien el pin del Barça en la pechera, hace con la mandíbula un gesto de león ?ero que va a morderle la mano.

El nuevo uniforme de viaje azulgrana es un vaquero elevado a la sastrería, y sorprende como estas prendas jean, en lugar de igualarlos, individualiza a los jugadores.

Ante la cámara, la estilista retoca cada pliegue, porque cada pliegue será observado por miles y miles de personas, y eso también viene de lejos. En 1921, escandalizado porque tres de cada cuatro a?cionados al fútbol fueran exclusivamente espectadores y porque la prensa de Barcelona no sólo hablara y hablara de los jugadores del Barça sino que empezara a interesarse por su vida personal, el periodista y ?lósofo Joan Crexells analizó el fenómeno: los jugadores del Barça, concluyó, son estrellas porque "nos hacen sentir las emociones que sentiríamos en su lugar. Eso que los alemanes denominan Einfühlung".

El cronista trata de sentir esa emoción compartida en la americana roja, las zapatillas rojas y el cochazo rojo con el que Alves ha llegado a la sesión de fotos y no es fácil... El brasileño entra en el vestidor, sale y es aquí donde reaparece el Einfühlung, en los jeans desgastados con cristal de hielo.