Las mujeres españolas gastan de media anualmente 803 euros en tratamientos y productos de belleza, unos 67 euros al mes. Es mucho dinero si tenemos en cuenta que no siempre estos productos sabemos utilizarlos, ya que, bien por mitos o por malos consejos, lo cierto es que cometemos muchos errores básicos asociados a nuestra rutina de belleza que conviene dejar de cometer.

¿Te pones la crema hidratante adecuadamente? ¿Aplicas el perfume dónde y cómo se debe? ¿Sabes en qué parte de la piel es mejor probar un maquillaje? ¿Puedo usar las cremas solares de un año a otro?

Desde Douglas, los expertos hacen un recorrido por los cinco gestos que se suelen realizar de manera inadecuada, explicando además la manera de no caer de nuevo en el error y, por ejemplo, sacar así un mejor partido a cada uno de nuestros productos.

Frotar las muñecas después de aplicar el perfume

Esta es una costumbre que sale casi de manera automática. Perfume al cuello, la ropa y la muñeca, para después frotar una con la otra y, afirman, "acabar destrozando el aroma". Según explican, al hacer este gesto, machacamos las partículas esenciales que componen el perfume, provocando que se desprenda el aroma, haciendo que no emane el olor original y que la duración del fijador pueda verse alterada.

Aplicar la crema hidratante en sentido circular

Parece mentira pero aplicarse la crema hidratante tiene su técnica. Lo normal es que de manera innata nos aplicamos la crema en círculos recorriendo lo que creemos que son las zonas imprescindibles del rostro. "El problema radica en que, al hacer este movimiento, que en algunas fases es descendente, fomentamos la bajada muscular, favoreciendo su caída natural con el paso de los años", señalan.

Así, lo recomendable es aplicar la crema con dos o tres dedos, en línea recta y en sentido ascendente, recorriendo toda la cara y para superior del cuello, intentando generar un efecto lifting.

Usar productos que llevan abiertos años

Muchas veces lo hacemos por economizar, o porque encontramos un producto del que no nos acordábamos, pero este es un error que puede costar caro a nuestra piel; también es muy común usar las cremas solares que hemos abierto el año anterior.

"Cada producto tiene una duración óptima una vez abierto, debemos mirarlo y atender a ello, porque una vez pasa ese límite muchos de sus principios activos se pueden corromper, produciendo que pierda efectividad", explican.

Testar el tono de maquillaje en el rostro o la muñeca

A la hora de probar un maquillaje solemos cometer dos errores. El primero es usar tonos muy por encima del nuestro para aparentar un look bronceado; y, el segundo, probar las tonalidades en rostro y muñeca. Según los expertos, "los polvos y cremas de color se deben probar en el cuello, que es la región que más suele delatar si el elegido es el adecuado o no".

Aplicar el contorno de ojos frotando

Muchas aplican el contorno de ojos frotando en la zona de las ojeras como si así fueran a borrarlas, pero nada más lejos de la realidad. El contorno de ojos se debe aplicar sobre el hueso de los pómulos, que es la zona que permite descongestionar toda la región. Si se aplica sobre la propia ojera, probablemente lograremos el efecto contrario. Por último, añaden, "siempre se debe aplicar con pequeños toques (tapping) para favorecer la circulación y nunca arrastrando el producto con las yemas de los dedos".