Se parecen a la Semana Santa de Sevilla. Como esta, los desfiles de moda son rituales que implican fieles, puesta en escena, códigos sartoriales, arquitecturas efímeras y esperas, largas esperas. Al final, siempre hay recompensa: emociones y sensaciones. Y vuelta a empezar. Los asistentes a los desfiles forman una comunidad de personas que recorre las capitales de la moda de manera compulsiva dos veces al año. Esta fauna es diversa, suele estar cansada y es vistosa. Se comunican en el esperanto de la moda, con palabras clave como seating, Demna y Zara. No prestan atención a la meteorología. Tener frío o calor es...