Toda fase de cambio relacionada con el cuerpo humano esconde una serie de temas difíciles de tratar, especialmente cuando afectan a la intimidad de las personas. En este sentido, cuando las mujeres se adentran en la premenopausia aparecen una serie de cambios fisiológicos que muchas veces, bien por desconocimiento o bien por miedo o vergüenza, no son fruto de las consultas precisas y pueden llegar a confundirse, con el consiguiente esfuerzo psicológico que ello puede acarrear.

En situaciones como la descrita, la importancia de la atención primaria es fundamental. No conviene pasar por alto el hecho de que el climaterio dura aproximadamente, y en función de las características intrínsecas de cada mujer, 30 años, tratándose de un período en el que se producen en la mujer diversos cambios fisiológicos que pueden afectar tanto a su piel, como al aparato circulatorio, los huesos o los órganos genitourinarios, por lo que la atención multidisciplinar es clave.

Según el doctor Fernando Martín Malavé, presidente del Comité Organizador del XI Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) que se celebrará del 1 al 4 de junio en la ciudad de Málaga, "el médico de familia, como puerta de entrada al sistema sanitario y por el conocimiento que tiene de la paciente y de su entorno gracias a su trato directo y continuo, es un apoyo indispensable en el seguimiento de la salud de la mujer menopáusica".

Además, aprovechando la celebración de este evento especializado, el profesor Javier Ferrer, presidente de la AEEM, destaca que "aunque se puede considerar al ginecólogo como el médico de cabecera de la mujer en el climaterio, los cambios que se producen en la vida de ésta requieren la implicación de todo tipo de profesionales sanitarios", entre los que se citan a reumatólogos, oncólogos y otros especialistas implicados en el abordaje multidisciplinar de la mujer menopáusica.

Uno de los aspectos en los que el ginecólogo debe tener más en cuenta la opinión y percepción de la mujer es, sin duda, la sexualidad. Según el propio doctor Martín Malavé, "la sexualidad de la mujer sufre cambios importantes con la menopausia y, en contra de lo que se pudiera opinar, sigue siendo un tema importante para la mujer madura y constribuye a mejorar su calidad de vida cuando se siente satisfecha".

Sin embargo, sólo un 3% de las mujeres consulta con su ginecólogo sobre alteraciones sexuales en el climaterio. Además, hay que tener en cuenta que en el origen de la disfunción sexual femenina pueden influir factores tan diversos como la bajada de la testosterona (hormona masculina ligada al impulso sexual), una menopausia precoz, el consumo de determinados medicamentos o problemas psicológicos.