Los niños asmáticos son más sensibles a la llegada del otoño, época en la que se incrementan sus visitas a urgencias, debido a que la humedad y los cambios de temperatura hacen que haya una mayor exposición a los virus, los ácaros de polvo y los hongos aerógenos, factores que acentúan su enfermedad.

Así lo ha advertido la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP) e instan a que los niños asmáticos retomen la medicación preventiva antes de la llegada del frio. El alergólogo pediátrico del Hospital Reina Sofía de Córdoba y coordinador del grupo de alergia respiratoria de SEICAP, Javier Torres, ha explicado que los niños con asma de origen alérgico tienen una mayor hiperactividad bronquial y unas vías aéreas más sensibles con lo que tienen más probabilidades de desarrollar crisis de asma en esta época.

El SEICAP también añade que según un estudio publicado en junio por la revista ´Allergy and Asthma Proceedings´ "los mayores episodios de sibilancias (pitos) y tos debidos a una infección viral respiratoria se producen con los cambios de clima o de estación". Los autores de esta investigación, de la Universidad del Noroeste en Chicago, concluyen que los niños con asma se ven más afectados por estos factores desencadenantes y tardan más tiempo en recuperarse de un virus.

El mayor número de visitas a urgencias por crisis de asma se producen en las semanas posteriores al inicio del colegio y los primeros en requerir atención urgente son los niños en edad escolar, después los adultos y los hermanos pequeños. Entre los síntomas de las crisis de asma de origen alérgico se incluyen la congestión, los estornudos o sibilancias, "pero en ningún caso fiebre, que es lo que provocan los resfriados", ha aclarado Torres.

La rinitis alérgica es otro de los síntomas que suele acompañar siempre al niño asmático. Para prevenir estas crisis los alergólogos pediátricos aconsejan evitar los cambios bruscos de temperatura en la medida de lo posible, mantener la casa con una humedad menor del 50 por ciento y una temperatura en torno a los 20 grados. Además es importante realizar una correcta limpieza de la casa en ausencia del menor y no usar alfombras ni objetos que puedan acumular polvo.