La fiebre por correr se nota en las calles. Esta práctica deportiva, económica, sin edad y sin horarios estrictos atrae cada vez a más gente que quiere ponerse en forma o liberar su mente de los problemas del día. Es un deporte que engancha. Mejora la condición física al aumentar la resistencia cardiovascular y, como segrega endorfinas -unas pequeñas proteínas que actúan como neurotransmisores de placer-, provoca una sensación de satisfacción y felicidad. Por eso, muchos corredores destacan que les produce más bienestar emocional que físico.

"Podemos empezar a correr en cualquier momento de nuestra vida", afirma Luis Javier González, exatleta profesional y director de Easyrunning, la primera empresa especializada en entrenamiento personal para corredores. "Mucha gente lo hace como terapia antiestrés. Es frecuente ver a hombres y mujeres que se inician a los 30 o 40 años", apunta.

Antes de empezar es conveniente realizar una prueba de esfuerzo en un centro médico especializado para descartar cualquier patología. "A partir de los 40 años es posible que se haya ganado algún kilo de más, por eso hay que tener cuidado con las sobrecargas y aprender la técnica", aconseja el entrenador.

Bep Solé, licenciado en INEF y asesor del maratón de Barcelona, destaca la importancia de hacer un periodo de adaptación antes de lanzarse a correr. "Puede durar de dos a cuatro semanas, dependiendo del estado físico de cada uno", afirma. Después, durante tres días a la semana, se pueden combinar marchas de 30 o 40 minutos con caminar y correr. Solé aconseja hacerlo llevando un cardiotacómetro o pulsómetro: "Un debutante no debe pasar de las 130 o 140 pulsaciones por minuto", concluye.

Consejos para debutantes

Luis Javier González, director técnico de Easyrunning, campeón de Europa de 800 metros y seis veces campeón de España en la misma distancia en pista cubierta, propone un decálogo para prepararse, evitar las lesiones y disfrutar al máximo de la experiencia.

1. Satisfacción personal. Al correr se genera siete veces más endorfinas que estando en reposo, lo que favorece una sensación de felicidad desde el inicio de la carrera.

2. No tener prisa. Hay que empezar a correr sin prisas, con paciencia y de manera progresiva y segura.

3. Material y calzado. Para este deporte las zapatillas de running son el calzado más adecuado. Conviene elegirlas según la pisada -pronadora o supinadora- y la superficie. Unas mallas, una camiseta técnica y una chaqueta de running completan la equipación básica.

4. Fijar objetivos. Establecer unas metas realistas refuerza la motivación para salir a correr, incluso los días en que no apetece.

5. ¿Solo o acompañado? A algunas personas les gusta correr solas y lo viven como un momento de conexión con su interior; otras prefieren hacerlo en compañía: cada vez hay más grupos que se forman en los gimnasios o en las redes sociales.

6. Trabajo de fuerza. Para prevenir lesiones y disminuir la grasa corporal, lo más adecuado es combinar este ejercicio con otros de fuerza en casa o en el gimnasio. Es importante fortalecer tobillos y rodillas.

7. Una buena técnica. Vale la pena aprender a correr bien desde el principio para progresar. Un entrenador profesional que enseñe la zancada y el apoyo correcto de los pies en carrera es fundamental.

8. La mejor superficie. Siempre que sea posible se ha de procurar correr sobre un terreno blando, como caminos de tierra o sobre hierba. En el asfalto, sólo cuando no hay otra opción.

9. Hidratación y nutrición. La alimentación es la gasolina que se quema al correr. Hay que cuidarla y beber líquidos para prevenir la deshidratación.

10. Estiramientos. Son fundamentales antes y después de la carrera. No hay que saltárselos nunca.