Latuberculosis es una enfermedad infecciosa producida por un bacilo (bacilo de Koch, en honor a su descubridor) que ha acompañado al hombre desde sus orígenes.

La fuente de la infección es casi exclusivamente el hombre enfermo y de éste por vía aérea, al toser, estornudar o escupir, los bacilos pasan a otra persona infectándola. Es por tanto un contacto directo, a menudo estrechamente personal.

La tuberculosis sigue siendo un importante problema de salud pública a nivel mundial. Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (publicados en el año 2012) señalan que la incidencia ha disminuido pero no lo hace de forma uniforme.

Los niños forman parte de uno de los sectores de la población más afectados por la tuberculosis. La localización más frecuente es la pulmonar, después la linfática extratorácica y la menos común, la meningitis tuberculosa. En la mayoría de los casos, el enfermo ha tenido contacto previo con un caso conocido de tuberculosis.

Cuando se diagnostica en un niño la enfermedad tuberculosa se debe buscar siempre en su entorno un enfermo tuberculoso que es quien le ha contagiado, es una señal de alarma que indica que hay cerca un enfermo adulto tuberculoso bacilífero (que al toser emite los bacilos).

La infancia es un periodo en el que la susceptibilidad a la infección tuberculosa está aumentada, ya que el sistema inmunológico es inmaduro, sobre todo los primeros años, de ahí que la incidencia sea más alta en los menores de 5 años. Pero el niño con enfermedad tuberculosa pulmonar no emite bacilos, al menos el niño pequeño, acercándonos a la adolescencia ya si puede ser bacilífero y por tanto contagioso.