Dolor de cabeza, cansancio y malestar general son los síntomas de la resaca, esta incómoda compañera de viaje del día después de la fiesta que puede paliarse con una serie de remedios caseros.

Un desayuno a base de frutas, agua y zumo. Seguramente no tengas mucha hambre, pero es conveniente comer para sobrellevar la resaca. Hidratarse bien, con zumos (especialmente recomendados los ricos en vitamina C, como el de naranja) y agua, y comer unas piezas de fruta te ayudarán a reponer fuerzas.

Unos huevos con beicon. Aunque parezca una broma no lo es. Los huevos contienen una sustancia denominada cisteína que varios estudios han confirmado que elimina una sustancia que se acumula en el cuerpo cuando se bebe demasiado, el aldehído. El beicon, por su parte, es rico en aminoácidos, que también combaten la resaca.

Miel. Un par de cucharadas después de levantarse pueden ser suficientes, aunque depende de la cantidad de alcohol ingerido. La miel es rica en potasio y fructosa, elementos que se pierden cuando se ha bebido demasiado.

Chocolate. Eleva el nivel de azúcar del cuerpo, lo que facilita la digestión del alcohol y ayuda a eliminar toxinas. Un truco es derretir varios trozos de chocolate negro en agua o agua de coco (contiene electrolitos como potasio, calcio o sodio) para rehidratar el organismo.

Comer garbanzos el día antes. Son fuente de vitamina B6, que protege de las resacas con antelación. La vitamina B1, que se encuentra en los espárragos, también ejerce un efecto protector.

Zumo de limón. Clave para depurar el hígado tras un exceso de alcohol. El zumo de limón con un poco de agua hará que nuestro cuerpo se hidrate y recupere los minerales perdidos gracias a su propiedad alcalinizante. Se puede mezclar con una cucharada de miel para inyectar aún más energía en el organismo.

Jengibre contra las náuseas. Un té de jengibre fresco ayuda a disipar las horribles náuseas tras una noche de juerga. Se le puede añadir miel, el jugo de un limón o el de una naranja. También resulta eficaz una infusión de menta, que elimina gases y relaja los intestinos para facilitar que las toxinas sean expulsadas.