Trabajar sentado durante muchas horas del día frente a un ordenador, aunque no lo parezca, supone serios riesgos para la salud. Y es que cuando estamos metidos en faena, frecuentemente nos olvidamos de que estamos expuestos a lesiones. Forzamos nuestra vista frente a la pantalla, las muñecas se resienten con el uso del ratón, y adoptamos posturas que no son las correctas y que nos pueden terminar pasando factura.

A continuación, con motivo del Día de la Seguridad y Salud en el Trabajo, te ofrecemos una serie de consejos para que nuestra salud no se resienta durante el día a día en nuestra jornada laboral.

Descansos cortos

Toma descansos breves pero frecuentes. No se rinde más trabajando muchas horas sin despegarnos del asiento. Lo ideal es levantarse cinco minutos cada media hora o cada hora. Durante este periodo podemos caminar unos minutos, estirar las piernas, realizar respiraciones profundas e intentar despejar la mente. De esta forma logramos que circule mejor la sangre y que nuestro cerebro se oxigene.

Usa una silla ergonómica

Si trabajamos sentados todo el día es fundamental contar con una buena silla. Una ergonómica con respaldo y asientos acolchados es lo más recomendable. Para que la espalda no sufra, el respaldo debe ser inclinado (no recto) y tener apoyo a la altura de los riñones. Así logramos también reducir la fatiga.

Adopta una postura adecuada

Hay que sentarse en la silla lo más atrás posible. Regular la altura para que quede a la misma que la del escritorio de manera que al escribir no tengamos que arquear la espalda y ésta permanezca recta. Asimismo, es conveniente situar la pantalla a la altura de los ojos para que no se resientan las cervicales.

Al escribir, los brazos deben quedar pegados al cuerpo y los hombros alineados a la misma altura que la cadera. Mantén las muñecas rectas (ajusta la altura del teclado para evitar posiciones incómodas) y los dedos relajados. Apoyar el antebrazo en el reposamuñecas también ayuda a mantener una posición correcta.

Usa un ratón y un teclado ergonómicos para reducir el impacto sobre las muñecas.

Realiza pequeños ejercicios

Ayudan a aliviar la tensión de cuello, nuca y cervicales. Durante tres minutos podemos girar la cabeza de un lado a otro suavemente, con los brazos caídos y sentados con la espalda recta. Realizaremos el mismo ejercicio pero llevando la cabeza hacia delante y hacia atrás. También podemos hacer círculos muy lentamente de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.

Otros ejercicios: estirar piernas y pies con frecuencia, girar los tobillos, flexionar las rodillas de vez en cuando, hacer una respiración profunda de pie y con los brazos en alto, y desperezarse, es decir, tensionar y estirar los músculos a la vez, lo que ayuda a relajarse.

Protege los ojos

La fatiga ocular es una patología muy frecuente en quienes trabajan pegados a la pantalla del ordenador. Para evitarla, lo primero es bajar el brillo del monitor. Cuando tomemos los descansos, es aconsejable alejarnos de la pantalla y tratar de extender la mirada hacia el horizonte. Usa lágrimas artificiales para mantener bien hidratados los ojos y evitar que se irriten.