El uso de las denominadas 'pastillas para adelgazar' se ha extendido en los últimos años. Y los meses previos al verano conforman una época en la que su consumo se incrementa. La presión por modelar una figura más estilizada lleva a muchas personas, tanto hombres como mujeres, a tomar como hábito la ingesta de estas pastillas. Pero, aunque en muchos casos son inocuas, es decir, no tienen efectos que permitan adelgazar, también las hay que tienen consecuencias perjudiciales.

Estas pastillas no ayudan a los propósitos de adelgazar de quien las toma y pueden producir peligrosos efectos secundarios. En todo caso, los complementos alimenticios, vitaminas y productos similares deben ser recetados por un médico, que los incluirá dentro de un tratamiento. Dentro de las llamadas 'pastillas para adelgazar', existe un rango muy amplio de productos que te detallamos.

Diuréticos y laxantes: Se trata de 'pastillas para adelgazar' compuestas por plantas reconocidas por sus propiedades diuréticas, como infusiones y tés.

-Usos: son buenos para combatir problemas de estreñimiento y de digestiones pesadas, pero no eliminan grasa.

-Riesgos: Si se toman en exceso, pueden favorecer la deshidratación del organismo y la aparición de fátiga y vértigos, porque su ingesta provoca que el cuerpo elimine agua y sales minerales.

Inhibidores de la absorción de grasas: son 'pastillas para adelgazar' que liberan en el interior del organismo unas sustancias llamadas lipasas, destinadas a rechazar que las grases se 'instalen' en el organismo.

-Usos: Estas pastillas reducen los lípidos del organismo, pero están indicados para personas que sufren de obesidad severa y siempre bajo prescripción.

-Riesgos: Pueden ser altamente perjudiciales, porque sin supervisión provocan aceleración del riesgo cardíaco, aumento de la presión arterial, riesgo cardiovascular, fatiga e incluso glaucoma.

Inhibidores del apetito: La gran mayoría son 'pastillas para adelgazar' con una excesiva presencia de fibra y que contribuyen a dar sensación de saciedad, lo que a su vez reduce la percepción de hambre. Derivados de la pectina y del glucomano suelen ser sus compuestos más habituales.

-Usos: Se destinan a personas con problemas de obesidad y por lo general en tomas que preceden a la comida.

-Riesgos: El tránsito intestinal puede resentirse con estos productos, en especial si se padece de estreñimientos. Las diarreas también pueden aparecer si se consumen en exceso y no se toma agua suficiente.

A la hora de perder peso, los especialistas se inclinan por una combinación de hábitos alimenticios sanos y de ejercicio físico. Una dieta variada, rica en frutas y verduras, con un equilibrio en el consumo de pescado y carne -preferiblemente no carne roja- debe ser habitual, junto con la costumbre de realizar, al menos, un par de horas de actividad física moderada, como andar a un ritmo medio o nadar un par de kilómetros. Los complementos alimenticios pueden ayudar en tratamientos a largo plazo, pero siempre con el consejo médico y sabiendo que se tratan de una ayuda y no el mecanismo fundamental para adelgazar.