Durante años, las mujeres han utilizado tampones o compresas para proteger su ropa durante la menstruación, pero existen otros métodos alternativos a los tradicionales, como las copas menstruales.

Se trata de una copa flexible diseñada para utilizarla dentro de la vagina durante los días de regla para recoger la sangre menstrual. La copa en realidad recoge el flujo menstrual en vez de absorberlo como tampones o compresas. Algunas son de larga duración y reutilizables, mientras que otras son desechables.

La mayoría de copas menstruales están hechas de silicona o goma. "Siempre recuerdo a mis pacientes que si son sensibles al látex, deberían estar seguros de adquirir una copa por completo de silicona", señala la doctora Elisa Ross, obstetra y ginecóloga del Instituto de Salud de las Mujeres de la Clínica Cleveland, en la web para pacientes de esta institución médica americana.

La doctora Ross explica los pros y contras del uso de la copa menstrual que ha detectado entre sus pacientes:

Ventajas

Bajo coste y menos desechos: algunas copas están diseñadas para un uso a largo plazo, incluso años, lo que supone un ahorro de costes significativo sobre los tampones y compresas. Dado que se pueden reutilizar, existen menos desechos y menos árboles que deben ser sacrificados para fabricar las alternativas basadas en el papel.

Menos olor embarazoso: no tendrás que preocuparte sobre el olor menstrual, que puede aparecer en los momentos más inoportunos, ya que el fluido no está expuesto al aire como sucede con compresas y tampones.

El pH vaginal y las bacterias beneficiosas permanecen en su lugar: los tampones absorben todo los fluidos vaginales junto con la sangre, lo que podría alterar el delicado pH y equilibrio bacteriano de la vagina.

Menos compras 'íntimas': incluso si reemplazas cada año la copa, sigues haciendo menos visitas a la zona del súper dedicada a los productos de intimidad femenina de las que harías si estuvieras acostumbrada a los métodos basados en el papel.

Más tiempo entre cambios: necesitas cambiar tampones cada cuatro a ocho horas, dependiendo del flujo. Puedes estar con una copa menstrual hasta 12 horas antes de vaciarla pero se puede cambiar más a menudo en los días de flujo intenso para evitar posibles fugas.

La relación sexual es posible con la copa colocada: es posible tener relaciones sexuales mientras la copa está en la vagina.

Fácil de usar: cualquiera que haya utilizado tampones en especial los que no llevan aplicador, debe tener pocos problemas en aprender cómo insertar una copa menstrual. Si se ha utilizado alguna vez un diafragma para el control de natalidad, también resultará más fácil su uso.

Para su colocación hay que doblarla para que se parezca a un tampón, dirigirla hacia la parte de atrás de la vagina y empujarla un poco. Debería en realidad abrirse por sí misma. Cuando se inserta de forma adecuada, no deberías sentir su presencia en absoluto.

Inconvenientes

El vaciado: la principal desventaja que las pacientes de la doctora Ross notan es que el vaciar la copa puede ser un embrollo. Con la práctica, la mayoría de mujeres descubren una técnica apropiada y rápidamente superan esta situación desagradable. También, la necesidad de limpiarla en un aseo público si se está fuera de casa puede frenar su uso.

Dificultad de inserción para algunas mujeres: las chicas más jóvenes y aquellas que nunca han tenido una relación sexual podrían encontrar difícil insertar las copas. Y, si existe un DIU en su lugar, utilizar una copa menstrual podría tirar de las tiras del DIU y descolocarlo. En estos casos siempre es mejor preguntar al ginecólogo o médico de familia.

Posibles problemas anatómicos: algunas veces la anatomía individual puede hacer difícil un uso apropiado de la copa. Por ejemplo, si tienes fibroides o un útero descendido, podría no situarse en el lugar adecuado.