Actividad física

¿Por qué nos cuesta tanto empezar a hacer ejercicio? Tres motivos alejados de la pereza

Según la ciencia, las razones por las que no nos ejercitamos no tienen que ver con que seamos más o menos vagos

Por qué engordo si hago dieta y deporte

Por qué engordo si hago dieta y deporte

C. G.

Los beneficios para la salud de practicar deporte son de sobra conocidos. Combinado con una dieta sana, el ejercicio físico nos protege de enfermedades a la vez que mejora nuestro estado de ánimo al vernos mejor.

Lo ilógico es que sentándonos esto tan bien, nos cueste tanto empezar. ¿Por qué a gran parte de la población nos cuesta tanto hacer ejercicio? Varios estudios han demostrado que existen ciertas razones por las que no hacemos deporte, y no tienen nada que ver con la vagancia o la pereza.

Una situación que nos incomoda

La psicóloga Sherry Pagoto concluyó en su artículo La verdadera razón por la que no hacemos ejercicio (2014), publicado en la revista Psychology Today, que si nos cuesta hacer deporte es simplemente por las situaciones incómodas que se generan y no por vagancia.

Esto significa que el ejercicio físico tiene unas consecuencias que no entran dentro de nuestra zona de confort. Y es que, al hacer deporte, sudamos, nos ensuciamos, pasamos frío o calor, nos mojamos si es al aire libre y llueve, nos lesionamos o tenemos que ejercitarnos delante de desconocidos en el gimnasio.

Para hacer del deporte un hábito en nuestra vida, Pagoto recomienda salir de esa zona de confort repitiendo una y otra vez algunas de esas situaciones para que terminen de ser incómodas.

Fundamentado en nuestros antepasados

El profesor de Harvard Daniel E. Lieberman explicó en ¿Es el ejercicio realmente una medicina? Una perspectiva evolutiva (2015) que la razón se remonta mucho más atrás, concretamente al Paleolítico.

Según Lieberman, si nos cuesta iniciarnos en el deporte es porque nuestros antepasados reposaban y reservaban la energía para poder sobrevivir a las largas y extenuantes jornadas de caza, los desplazamientos o a los ataques de animales.

"Es natural y normal ser vago", explica el profesor. "Aunque un pequeño porcentaje de la población hace del ejercicio su medicina, la gran mayoría de las personas se comportan como sus ancestros y realizan ejercicio sólo cuando es divertido o necesario".

La falta de motivación

Si no te motiva hacer deporte, no te preocupes, es normal. Según el estudio El uso de los recuerdos para motivar el comportamiento futuro (2014), publicado por el profesor Mathew J. Biondolillo en la revista Memory, la falta de motivación es la causa por la que nos cuesta ejercitarnos.

El ser humano está programado para buscar recompensas a corto plazo, por lo que se nos hace difícil seguir realizando deporte a diario si no conseguimos rápidamente los resultados que queremos. Por eso, Biolondillo y su equipo relacionaron el ejercicio con recuerdos positivos de deporte para motivarnos a seguir practicándolo.