Las personas celíacas además de ver incrementado el gasto en la cesta de la compra en algo más de mil euros al año, se encuentran con barreras en su vida cotidiana, y en instalaciones tan importantes como en las universidades, donde es muy complicado encontrar productos adecuados a su dieta.

En los últimos años ha habido avances en favor de las personas celíacas, que en España suponen el 1 % de la población según las estimaciones de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), pero aún varias de sus reivindicaciones siguen sin ser escuchadas.

Con motivo del Día Nacional del Celíaco, que se conmemora este domingo, los celíacos insisten en la necesidad de que se corrija "la brecha bastante considerable" que hay en su cesta de la compra con respecto a la de las personas que no tienen celiaquía y aunque cada año se reduce, lo hace de forma lenta y escasa, tal y como explica a Efe María van der Hofstadt, portavoz de FACE.

Según el último informe de FACE, una familia con un afectado entre sus miembros paga 21,42 euros más a la semana en su compra que otra que no tiene ningún celíaco, lo que supone 1.028 euros al año, tomando como base una dieta de 2.000 a 2.200 kilocalorías.

Por ello, insisten en que las administraciones les compensen a través de ayudas directas o medidas fiscales, entre otras soluciones, pero Van der Hofstadt asegura que "por parte del Ministerio de Sanidad sigue sin haber ningún tipo de colaboración a ese nivel".

Pero también este colectivo tiene otras reclamaciones para que su día a día esté cada vez más normalizado. Se quejan de que si bien la ley de seguridad alimentaria establece la obligatoriedad de que los centros escolares oferten menús sin gluten para alumnos celíacos, la normativa no hace mención a los de estudios superiores, como las universidades.

"Es donde nos encontramos el problema", subraya la portavoz de la Federación, que añade que en las cantinas de las universidades no hay opciones para estas personas, pero tampoco en las máquinas de venta automática.

Tanto la Federación como las asociaciones que la integran intentan "constantemente" acercarse a las universidades para solucionar la situación pero "cuesta mucho" al estar las cafeterías gestionadas por concesiones y empresas de cáterin que no terminan de colaborar.

"La solución de los universitarios celíacos es el táper. Además, no puedes leer en las etiquetas de los productos de las máquinas expendedoras los ingredientes que los componen, con lo que, en muchas ocasiones, acabas comprando algo que no te puedes comer", asegura Van der Hofstadt, quien padece celiaquía.

No obstante, sostiene que cada vez las leyes son más exigentes con la industria alimentaria en cuanto a las etiquetas se refiere pero se siguen encontrando productos "con etiquetado incongruente" y para solucionarlo, las asociaciones trabajan junto a la Agencia Española de Consumo y Seguridad Alimentaria (Aecosan).

En concreto, esta colaboración hace hincapié en el tema de la existencia de posibles trazas en los productos porque muchos de ellos hacen esta mención de forma preventiva, no porque exista un riesgo real con lo que da pie a confusión.

Además, subraya la portavoz, "nos encontramos con productos sin gluten por naturaleza etiquetados con la mención sin gluten y eso al final al consumidor celíaco le confunde enormemente porque le hace dudar de si puede comer un alimento con el que en principio no tendría ningún problema".

Las personas celíacas también llevan varios años reclamando un censo sanitario pero la Administración no pone los medios para llevarlo a cabo.

A pesar de los obstáculos, hay avances importantes, y es que "hoy en día es mucho más fácil dar con el diagnóstico" de la patología que hace unos años. A ello también ha contribuido la actualización del protocolo sobre diagnóstico precoz que ha elaborado el Ministerio de Sanidad junto a las asociaciones de pacientes y los médicos.

El documento aborda, por primera vez, la detección temprana no solo desde la especialidad de Digestivo, sino también desde la Atención Primaria, algo que desde FACE califican de "muy importante".