La gastroenteritis, el estreñimiento, las quemaduras solares, los golpes de calor o las alergias son las enfermedades más comunes que se producen durante el verano, según ha asegurado la Médico de Familia y de atención en el Servicio de Urgencias del Hospital USP San Camilo de Madrid, Laura López-Tappero.

En concreto, la gastroenteritis puede producirse por una intoxicación alimentaria, por una diarrea producida durante una breve estancia en el extranjero o por una viriasis. En los tres casos, los síntomas suelen ser deposiciones blandas, con o sin vómitos, acompañadas de un regular estado general y, en algunos casos, de fiebre.

Para evitar que se produzca esta patología que puede perjudicar las vacaciones, la experta recomienda evitar ingerir alimentos de procedencia desconocida, conservarlos como recomienda el fabricante, fijarse en las fechas de caducidad, tener especial cuidado con la comida que se toma en el extranjero y llevar la medicación necesaria.

Asimismo, otra de las patologías frecuentes durante la época estival es la deshidratación y los golpes de calor que, especialmente, afectan a los niños y ancianos. Sus síntomas son mal estado general, nauseas, vómitos y fiebre. En este caso, la especialista ha recomendado situar al paciente, antes de que llegue la asistencia médica, en una habitación oscura, darle baños de agua fría, poner paños húmedos en nuca y muñecas. No obstante, para evitar que se produzcan estos episodios ha aconsejado beber dos litros de agua al día y no hacer deportes en las horas de calor.

El estreñimiento es otra de las patologías más frecuentes en verano, cuyo pronóstico es leve, excepto en niños y ancianos. Sin embargo, esta enfermedad puede evitarse con abundante ingesta de agua, fruta rica en fibra y utilizando alguna medicación pautada por su médico, incluso de manera puntual, si el proceso supera las 72 horas, utilizando supositorios o microenemas.

Asimismo, las quemaduras solares son otras de las patologías que más afectan a los ciudadanos durante los meses de verano son las quemaduras solares que pueden ser leves hasta graves. Además, últimamente ha aumentado la incidencia de alergias solares, sobre todo en pacientes con pieles atópicas, fototipo I y aquellos que las presentaron otros años.

Para evitar este hecho, la experta ha recomendado evitar la exposición solar en las horas centrales del día, usar el factor de protección de acuerdo al fototipo de piel, realizar una dieta rica en antioxidantes, y tirar las cremas de un verano a otro.