Amós García Rojas es el nuevo Presidente de la Asociación Española de Vacunología tras lograr el voto unánime de los profesionales que integran esta sociedad científica. Entre sus retos figura acercar el conocimiento de las vacunas a la población a través de las redes sociales e impulsar estrategias vacunales entre los adultos

-¿Cómo afronta la presidencia de la Asociación Española de Vacunología?

Acojo este reto tan estimulante con dos sentimientos: el de emoción, al ver que los profesionales de la Salud Pública del país deciden otorgarte la confianza para presidir este proyecto, y con un apoyo tan masivo; y el de responsabilidad, porque debo responder a esa confianza con todo el rigor y la profesionalidad que pueda.

-¿Qué retos se marca en esta nueva trayectoria de la AEV?

El primero es ser capaz de seguir la línea de trabajo que ha tenido la anterior junta directiva. Después son muchas las acciones que quiero emprender, empezando por conseguir una asociación clara entre las vacunas y las nuevas tecnologías, es decir, que hagamos un uso muy potente de las redes sociales para socializar el conocimiento del mundo de las vacunas. Quiero también impulsar una relación estrecha con otras sociedades científicas, así como con las administraciones públicas porque, de lo que se trata es de sumar para poner en valor la potente herramienta que son las vacunas para mejorar la salud pública. También hay que concienciar a la población de que vacunar no es sólo cosa de niños, también de adultos.

-¿En qué se ha avanzado?

El mundo de las vacunas es tremendamente dinámico y ha tenido una expansión espectacular. Solo tenemos que preguntarnos de qué moríamos hace 50 años y de qué morimos hoy. En ese cambio tan brutal que percibimos simplemente con la intuición vemos como las vacunas, junto con el abastecimiento de agua potable han tenido un papel fundamental. Y no solo han aparecido nuevas vacunas frente a nuevas enfermedades, sino nuevas vacunas que facilitan el acto vacunal. Hoy a nuestros niños en un solo pinchazo les estamos administrando seis vacunas, y muchísimo más seguras. Y esto es imparable, vamos a continuar avanzando en pocos años, de ahí la importancia de que haya sociedades como la AEV que subrayen la necesidad de ampliar el conocimiento científico sobre esta actividad.

-¿En qué se ha retrocedido?

Hay comunidades autónomas que están quitando inmunizaciones del calendario vacunal. Cuando esas vacunas se metieron en esos calendarios se hizo en función de información científica aportada por los profesionales de esas comunidades y ahora en algunas regiones se van a quitar sin que haya argumentación científica de por qué se quitan. Por ejemplo, la vacuna contra el neumococo ya se quitó en Madrid y ahora van a quitar la de la varicela. Eso es un ejemplo de retroceso.

-¿Es partidario de un calendario único en España?

Por supuesto, pero debemos definir qué entendemos por calendario vacunal único. ¿Significa que en todas las comunidades se ponga la misma vacuna, a la misma edad? Eso lo veo un inconveniente porque las estructuras organizativas de cada autonomía son distintas. El problema no es la edad, sino cuando una comunidad pone una vacuna que no pone el resto. Hay que avanzar en unificar las vacunas.

-¿Cómo les afecta la crisis?

Salvo casos puntuales como el de Madrid, los calendarios vacunales no han sufrido cambios, no se ponen menos vacunas que hace unos años. En lo que sí influye la crisis es en que hay vacunas que a muchos nos gustaría que estuviera en el calendario y que por la situación económica es difícil, como la del neumococo, pero estoy convencido de que acabará entrando.

-¿Hacia dónde se dirigen las nuevas líneas de investigación?

La ciencia avanza hacia conseguir nuevas vacunas contra enfermedades no sólo transmisibles sino de otro tipo como el alzhéimer o el tabaquismo. También hacia vacunas que produzcan menos efectos secundarios, que sean más inmunogénicas, es decir que protejan todavía más, y más fácilmente administrables como intranasales (al igual que un inhalador) en lugar de pinchadas, o incluso algunas comestibles. También se está trabajando para disponer de vacunas de forma más rápida, como es el caso del cultivo celular para las vacunas frente a la gripe.

-¿Para cuándo la vacuna contra el sida?

Va a pasar un tiempo hasta que dispongamos de ella. No obstante, esto me permite recordar que hoy disponemos de una vacuna contra el sida que es el preservativo. Se está bajando mucho la guardia en los sectores jóvenes de la población frente a las estrategias preventivas y hay vacunas que no necesariamente se tienen que administrar por vía oral o pinchazo, sino que forman parte de lo que debe ser una cultura sana.

-¿Los movimientos antivacuna son una amenaza contra la salud pública?

Por fortuna en España son movimientos anecdóticos, nuestras coberturas vacunales son espléndidas, aunque no bajamos la guardia. La vida natural es espléndida para muchas cosas, pero no es natural que mi hijo tenga sarampión cuando existe una vacuna que lo evite. Ojalá en África, donde el sarampión sigue siendo una causa de muerte importante, tuvieran las mismas posibilidades que nosotros.