No es ningún secreto que A Coruña va sobre ruedas y que la ciudad es una de las grandes potencias a nivel nacional e internacional en los deportes que implican deslizarse sobre ellas. Un ejemplo fue el año 2021, en el que los éxitos se escribieron, una vez más, en verdiblanco de la mano del Liceo, que además de dos títulos sumó el ascenso del femenino; pero también con la magia del artístico con Lucas Yáñez e Unai Cereijo, e incluso con otro tipo de patines, los de línea, y a toda velocidad, a la que va el oleirense Manu Taibo.

El Liceo fue protagonista por partida doble con dos títulos para añadir a su palmarés de equipo más laureado de la historia de Galicia. La Copa del Rey fue la décima y su guión, el soñado. Y eso que se hizo esperar. El COVID obligó a suspender la competición que estaba prevista para marzo de 2020. Después de sucesivos aplazamientos, quedó fijada para junio de 2021. La evolución de la pandemia permitió, además, que se pudiera disputar con público, no todo el que le hubiese gustado a los locales, pero el suficiente como para que se notase su aliento desde la grada.

Porque hizo falta. El conjunto dirigido por Juan Copa eliminó de forma ajustada al Voltregá en cuartos de final y en semifinales se deshizo del Caldes. La final esperada estaba servida. El Liceo contra el Barcelona. Los coruñeses dominaron el encuentro y se adelantaron gracias a una falta directa de Jordi Adroher y a un penalti transformado por César Carballeira. Pero los culés igualaron de la mano de Matías Pascual e Ignacio Alabart. A siete para el final, Jordi Adroher dispuso de otra directa que de nuevo convirtió en gol, el que se convertiría en definitivo para que David Torres pudiera levantar la Copa.

Solo tres meses después, liceístas y azulgranas se volvieron a citar en la final de la Supercopa de España con la que se abría la temporada 2021-22. Si ya es casi misión imposible ganarle dos partidos seguidos al Barça, que estos sean en dos finales está reservado solo para los elegidos. La bola parada volvió a ser decisiva. Tres de tres directas marcó Jordi Adroher y otras tantas, dos directas y un penalti, paró Carles Grau para repetir el 3-2 y la celebración de un título. Pero no fueron todos los éxitos de 2021 de un club que también celebró el retorno de su equipo femenino a la máxima categoría, donde ya ha empezado su andadura con buen pie.

Lucas Yáñez, con la medalla de oro del Mundial júnior. | Víctor Echave

Lucas Yáñez, con la medalla de oro del Mundial júnior. | Víctor Echave VICTOR ECHAVE

El hockey sobre patines, además, dejó este año cuatro campeones de Europa coruñeses con la selección española. César Carballeira (Liceo) e Ignacio Alabart (Barça) con la absoluta, además de los liceístas Carles Grau y Marc Grau, y Jacobo Copa y Bruno Saavedra (Dominicos) con la sub 17. Los bronces de Compañía de María en categoría alevín y del Liceo en la júnior en los Campeonatos de España completa el palmarés del año de esta modalidad.

Ya sería de por sí suficiente para hablar de un gran año. De los mejores. Pero otras especialidades sobre patines siguieron aportando medallas como el patinaje artístico. Sobresale Lucas Yáñez, que en Paraguay se proclamó campeón del mundo júnior en una temporada en la que ya había sido subcampeón de Europa y campeón de España de esta misma categoría, en la que se estrenaba y en la que aún le queda otro año para seguir recogiendo éxitos. No fue el único del Maxia, que subió al podio de la mano de Unai Cereijo, subcampeón cadete tanto de España como de Europa mientras que Olivia Rey fue plata en la Copa de Europa y su hermana Paula Rey, bronce.

Mientras el artístico es la elegancia, el patinaje de velocidad es la potencia. Manu Taibo, del Rabadeira, regresó del Campeonato de Europa júnior con tres medallas, una de cada, oro, plata y bronce, que confirman una enorme trayectoria a la que todavía le quedan muchos años por delante.