Hola bombones!

Como ya os adelantaba la semana pasada, llegó Halloween, Samaín o como quiera llamarlo cada uno y con él los looks más feos y terroríficos del año.

Esta vez, y por votación grupal, decidimos que cada uno fuera con el disfraz que quisiera y este fue el resultado…

… un batiburrillo de personajes malvados y siniestros entre los que se encontraban una bruja, un sacerdote, un verdugo, un original muñeco vudú, un soldado medieval, una simpática miércoles,

un vampiro y dos vampiresas,

un bufón con pistola (eso no lo había visto yo jamás de los jamases ja,ja,ja) y una pirata muy bien maquillada,

un trío de lo más cuqui formado por una bella madrastra y sus dos ensangrentadas princesas,

una familia de maléficas con su mini cuervo algo asustado por ver semejante cantidad esperpentos a su alrededor,

un par payasos diabólicos,

y un vistoso grupo de “it girls” formado por mi cuñada, mi ahijada y menda lerenda.

Este año la idea del disfraz libre fue todo un éxito y nuestra primera Fiesta de Halloween en el Cenador de Cambre también.

Un riquísimo menú compuesto de aperitivos de bienvenida (risotto de calabaza, empanada gallega, milhojas de filloa rellena de verduritas crujientes, mini chapatitas de costilla de cerdo y zamburiñas a la plancha con ibérico),

corvina con bouquet de panaderas e higos,

sorbete de frutos rojos,

presa ibérica con salsa de castañas y patata asada (estaba tan buena que ni tiempo me dio a sacar foto)

y tarta red velvet con helado cítricos.

Un fantástico D´j que nos mantuvo moviendo el esqueleto hasta bien entrada la madrugada,

y una inmejorable compañía fueron suficientes para que tod@s disfrutásemos a tope de esa divertida noche y nos fuésemos para casa encantados.

Como anécdota, os contaré que a más de uno le costó reconocerme detrás de este siniestro personaje,

así que con estas divertidísimas fotos, me despido de tod@s hasta la semana que viene.

Bye, bye!