Recuperada de la gripe que me tuvo en “off” la semana pasada, vamos allá con la segunda parte del viaje navideño que empezó en Londres y…

Buenos días bombones!

Después de recorrer los más de 3.500 kilómetros de distancia que separan Londres de nuestro segundo destino vacacional, por fin tomamos tierra en el aeropuerto de Tenerife Sur.

Y de los madrugones, las caminatas, el frío y las multitudes… pasamos a la tranquilidad, los paseos, el calor y ambiente familiar de esta cálida isla.

Había llegado el momento de disfrutar del “relaxing time” así que tumbarse largas horas al sol,

bajar hasta la Playa de las Américas para disfrutar de sus impresionantes puestas de sol,

volver a disfrutar del mejor parque acuático del mundo,

pero sobre todo, compartir tiempo con nuestra familia serían los únicos objetivos de nuestro planning de viaje.

Y así lo hicimos…

hasta que, después de nueve días, tocó guardar los bikinis en la maleta, poner de nuevo el abrigo y coger el avión que nos llevaría de vuelta a Coruña para celebrar la Nochebuena con el resto de la familia.

Está claro que Tenerife no tiene la decoración ni las impresionantes luces de Londres pero sacarse una foto en bikini delante de un árbol de Navidad,

Lucir otra vez los looks de verano

o nadar ataviados con cachivaches navideños en la cabeza también tiene su punto ¿verdad? ja,ja,ja…

Yo siempre digo que aunque lo bueno se acaba pronto, lo mejor siempre está por llegar así que….

…muchas gracias a todos por la visita y hasta la semana que viene.

Sed felices!