FISTERRA

Buenos días bombones! ¿Qué tal de finde?

El mío de lo más entretenido porque, acompañada de un grupo estupendo, me fui hasta Finisterre a conocer una de sus fiestas gastronómicas más populares: la Fiesta del Longueirón.

Y a pesar de que a uno de los coches de la pandi no le gustó nadita el plan de ir hasta el “fin de la tierra” para degustar longueirones (por lo que decidió volverse para Coruña),

el tiempo, la gastronomía y la compañía no pudo ser mejor.

La fiesta del Longueirón se celebra todos los años el primer fin de semana de Agosto en el paseo de la Playa de la Ribera, donde los locales de hostelería de la zona disponen de casetas en las cuales se puede degustar este riquísimo marisco. Para l@s que no lo sepáis, el longueirón es un molusco alargado, parecido a la navaja, que aunque se puede preparar de diversas maneras, lo más tradicional es degustarlo a la plancha con un chorrito de limón y vino blanco.

Aterrizados en Finisterre, y después de ver el ambiente y recorrer la zona del puerto, el organizador de la excursión nos llevó a Casa Velay, el restaurante con más solera de la comarca y que, después de más de 60 años de servicio, sigue sorprendiendo a los clientes por su cocina tradicional y de producto.

Empanada de millo (de xarda)

Salpicón de rape

Arroz con Lubrigante

Casa Velay está situada frente a la playa de la Ribera, un enclave privilegiado desde el que también pudimos ver la recreación del ENCUENTRO PIRATA. Esta simulación, recuperada hace un par de años, es el recuerdo del asalto y saqueo de Fisterra , en el año 1404, por el pirata Harry Paye. La historia cuenta que cuando los malvados piratas consiguieron desembarcar en la playa, batallaron contra los fisterráns y avanzaron hacia el castillo de San Carlos para tomar Fisterra y sustituir la bandera local por la pirata.

Terminada esta recreación, lo que verdaderamente invade esta localidad es la música y la fiesta que continúa durante toda noche….

Look 1: camiseta blanca y jersey de lino verde, ambos de Zara y shorts de Pull&Bear (last season). Ugly sandals, de Sandro. Bolso de cuero labrado, de mercadillo. Collar de hoja de Massimo Dutti (new) y gafas de sol, modelo Aviator de Rayban.

A la mañana siguiente, y como no podía ser de otra forma, el organizador de la excursión nos llevó a ver el Faro de Finisterre. Ains, qué mal momento el mío!. Y es que no dudo que el lugar sea precioso y que las vistas desde allí no sean espectaculares, pero es que el vértigo que tengo no me permite disfrutar de esos maravillosos parajes de igual forma que lo hace resto.

Mis síntomas: mareo, sudor frío y miedo atroz a que algún chiquillo se caiga al vacío desde algún pedrusco…. Aún así, y manteniendo el tipo lo buenamente posible, mirad que fotos más chulis se sacaron…

Ya de vuelta y en terrenito plano, el grupo decidió, por mayoría absoluta, comer de nuevo en Casa Velay y degustar un menú diferente al de la jornada anterior.

Longueirones

Caldeiradas de peixe

Hmm! De nuevo calidad insuperable y exquisito sabor en cada uno de los platos.

Después de la sobremesa, un paseo por el puerto para que los peques pudiesen acabar con el presupuesto familiar a base de vueltas y más vueltas en los cachivaches, marcó el final de un fin de semana para el recuerdo.

Este post quiero dedicárselo en primer lugar a los anfitriones de este maravilloso fin de semana (Chemi y Yoli) porque, además de haber tenido la genial idea de organizarlo, se preocuparon en todo momento del bienestar del grupo y de que todo saliese a la perfección.